LA IMPORTANCIA DE LA INDUSTRIA
La celebración del Día de la Industria nos interpela en relación a nuestro pasado de una forma particular: ¿de qué manera podemos poner ese capital histórico en contacto con el presente y el futuro del sector productivo? Abordar el rol protagónico de la economía productiva en la construcción de un perfil industrial para Argentina, es el primer paso para responder de la mejor manera a esa pregunta y a los desafíos del nuevo siglo.
El primer dato relevante para dimensionar nuestro potencial como Nación industrial es que el sector productivo está atravesado por un ADN diverso, que concentra los mejores activos: emprendedores, pymes, empresas medianas, grandes y transnacionales. Cada uno de ellos delinea una identidad colectiva forjada y sostenida a través del tiempo.
Todas las naciones desarrolladas del mundo se llaman a sí mismas, y de hecho son , países industriales. En tanto que generadora de tecnología y empleo formal calificado, la industria es la plataforma para un crecimiento sostenible en el tiempo.
En Argentina el sector industrial explica uno de cada cinco puestos de trabajo en el sector privado formal. La industria no sólo es el sector que más trabajo genera de manera directa, sino que ha potenciado a mucho sectores que interaccionan con la industria y se suman a este importante motor de la economía.
La identidad emprendedora de los industriales argentinos es una prioridad de cara al futuro. Es un diferencial cualitativo que claramente ha influenciado de manera positiva el desarrollo del sector a lo largo de la historia , y que será crucial para la reactivación de la economía. Es esa historia la que nos coloca entre los países que cuentan con un entramado productivo rico en complejidad y sofisticación, el plafón indispensable para diseñar las estrategias de inserción internacional que Argentina necesita.
La celebración del Día de la Industria es un buen momento para tomar los disparadores de ese debate y transformarlos en insumos de nuestro progreso. El impulso a la inversión productiva, la articulación con el sistema científico para convertir el conocimiento en innovación, la capacidad de generar empleo de calidad y el carácter federal de nuestro sector son las coordenadas específicas que traza nuestra industria para alcanzar de manera sustentable el futuro.
Para competir en el mundo globalizado, ganando mercados y generando empleo de calidad, la incorporación de las nuevas tecnologías -tanto en la producción como en el desarrollo de los negocios- se vuelve crucial e indispensable para el sector.
Argentina cuenta con el potencial para sumarse a esta corriente de transformación productiva y ganar espacios en las nuevas oportunidades de inserción internacional que se están gestando. Cambios tecnológicos, nuevas relaciones laborales, interacciones dinámicas entre todos los actores de la producción, complementariedad con el sistema educativo, como activo insignia, son los faros que muestran hacia dónde debemos dirigirnos como sociedad que busca el progreso sustentable.