COMPRA FORMAL . APOYEMOS A NUESTRAS PYMES

Noticias25/08/2021 Por Jose Matoso

El comercio ilegal es un fenómeno que crece de manera significativa en el país y priva al sistema recaudatorio del Estado del ingreso de fondos para mejorar la calidad de vida de los argentinos. Las causas de este fenómeno responden a la falta de  controles sobre las principales actividades que alimentan este delito: contrabando, falsificación de marcas y complejos comerciales irregulares, en distintas jurisdicciones. También se reconocen otros factores que lo fomentan: carga tributaria a la producción nacional, falta de fuentes de trabajo genuino e índices de pobreza. Por la inacción de las autoridades de control, administración de justicia y dirigencia, las organizaciones controlantes del comercio ilegal captaron y convirtieron a los desocupados en un escudo social. Además, estas organizaciones se quedan con las ganancias y adquieren poder para corromper al sistema de control.

 

La clandestinidad comenzó en zonas de fronteras y con el correr de los años, se extendió hacia los grandes centros urbanos del país. Allí se instalaron ferias comerciales irregulares que adquirieron el reconocimiento nacional e internacional, ante la pasividad general y la complacencia social de los consumidores.

La ocupación de territorios municipales para las ferias facilitó la relación de esta modalidad comercial ilegal con manifestaciones delincuenciales de mayor entidad, como el tráfico ilícito de drogas, tráfico de armas, la trata de personas, el robo y hurto de automotores, tráfico de divisas y financiamiento de otros delitos, en un contexto de economía informal o mercado negro. Así, el comercio ilegal se convierte en un generador de inseguridad pública. También es competencia desleal para el comercio formal –con carga tributaria y administrativa–, que se ve obligado a cerrar puertas por estas exigencias.

Muchas veces la gente no es consciente que el tráfico de droga, la financiación de terrorismo y el lavado de dinero tienen un vínculo muy estrecho con el comercio ilegal en todas partes del mundo. Según un estudio de 2017 encargado por International Chamber of Commerce (ICC), International Trademark Association (INTA) y Business Action to Stop Counterfeit & Piracy (BASCAP), se estima que el impacto económico global de la falsificación y la Piratería alcanzará los 4,2 trillones de dólares en 2022 y pondrá en riesgo 5,4 millones de trabajos legítimos. En tiempos de Covid-19 es bueno recordar que el comercio ilegal es una pandemia que venimos enfrentando desde hace muchísimo tiempo. Y sin cuarentena.

Durante 2020, en medio de la crisis global por el Coronavirus, se ratificó que el crimen organizado que está detrás del contrabando y de la falsificación no tiene moral. Así, se ha puesto a especular con la pandemia y aparecieron kits de testeos, mascarillas, medicamentos, y un montón de productos falsos para aprovechar el desconcierto, el miedo y la necesidad.

En los operativos dirigidos por la AFIP, los principales artículos incautados fueron cigarrillos, indumentaria, artículos electrónicos, repuestos de autos, relojes, anteojos, perfumes y maquillajes, mayormente por delitos como el fraude marcario o contrabando.

En muchos de esos productos el problema es doble: se sabe que el comercio ilegal afecta al fisco, por la pérdida en recaudación, y a las empresas cuyos productos son falsificados; pero también existe un riesgo grande para la salud de las personas que compran esos elementos, por la falta de control sanitario.

Es cierto que frente a la crisis económica que está sufriendo nuestro país mucha gente intenta conseguir los productos más baratos sin prestar atención al origen. Y por eso es clave mantener las campañas de concientización permanentes para convencer a que la gente actúe de otra manera. Porque el que mueve el comercio ilegal es el consumidor y si esas personas no son conscientes de lo que hay detrás, no van a cambiar de actitud. Entonces, la labor de las instituciones empresariales en busca de una sociedad mejor es concientizar. Y no solamente al consumidor; también al Estado. Porque es necesario que la pelea la demos juntos, espalda con espalda, las instituciones públicas y las empresas.

Es necesario que el combate contra el comercio ilegal sea una política de Estado, porque va a ser una defensa de las fuentes de trabajo legítimos, una defensa de los comerciantes que tienen sus puestos de venta, sus locales, y que pagan salarios de empleados e impuestos, y una defensa de toda la sociedad, porque detrás de todo el comercio ilegal están los delitos complejos, como la trata de personas, el trabajo infantil y esclavo y los talleres clandestinos, el contrabando y el lavado de dinero, entre otros.

Cuando se analizan los volúmenes que mueve el comercio ilegal no hay dudas de que hay una estructura delictiva enorme sosteniéndolo. No se trata de un inocente pasero o de un mantero. Esas organizaciones delictivas mueven millones de dólares, con menos riesgo que el narcotráfico, porque la falsificación y el comercio ilegal tienen penas menos duras.

Por todo eso, al comprador hay que concientizarlo para que entienda que cuesta muchísimo recuperar cada puesto de trabajo formal que se destruye y desde la informalidad es imposible sostener a un país.

En línea con estas reflexiones y en pos de su misión y objetivos, es que la Corporación del Comercio , Industria y Servicios de Bahía Blanca  continúa trabajando junto a las pymes en la defensa y protección de sus intereses,  y llevando adelante un plan integral de acciones destinadas a lograr la recuperación económica , potenciación y  crecimiento de la actividad comercial.

Dentro del mencionado plan se está desarrollando la acción denominada :  “COMPRÁ FORMAL ” . La misma consiste en la concientización en la ciudadanía a la realización de sus compras en los comercios  formales, legalmente constituidos . 

Dentro de “ Comprá Formal “ y junto a todos los comercios legales de Bahía Blanca  se llevan adelante acciones de incentivo de consumo en el marco de fechas especiales tales como : Día del padre , Día del amigo  , Día del niño, etc., donde los usuarios / consumidores  , a través de sus compras en los comercios mencionados pueden acceder a atractivos premios y beneficios económicos .

 

Las pymes en su conjunto son el motor de la economía de la ciudad y de toda la nación, generando empleo y brindando bienestar a millones de familias . Por ello es que entre todos : empresarios  , dirigentes sociales y políticos , y la ciudadanía en general , debemos apoyarlos a través de nuestra responsabilidad individual y colectiva , para que puedan continuar siendo generadores de empleo , desarrollo y bienestar. 

 

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